Tendinopatía de aquiles: Causas, tratamiento y prevención
Anatomía
El tendón de Aquiles es ese tendón grueso y blanquecino que une los músculos de la pantorrilla (gemelos y sóleo) a la parte trasera del hueso del talón. Actúa como un muelle que te impulsa hacia delante cuando caminas, corres o saltas.
Está formado por miles de fibras de colágeno que están unidas y expuestas en paralelo. De hecho, es esa formación en paralelo lo que proporciona fuerza al tendón. Cuando desarrollas una tendinitis o tendinopatía de Aquiles, una parte del tendón se daña y las fibras de colágeno de esa zona se desorganizan, lo que causa que el talón pierda parte de su fuerza, y puede que incluso notes un bulto en el talón. Puedes leer más acerca de qué pasa en el tendón y cómo sana en este artículo.
¿Cuál es la diferencia entre tendinitis y tendinopatía de Aquiles?
No hay ninguna, estos son los dos nombres que se usan para hablar de la misma lesión.
La terminología médica que termina en «-itis» suele referirse a afecciones médicas causadas por inflamación. Sin embargo, algunos estudios han demostrado que la inflamación no tiene realmente un papel relevante en los dolores duraderos del tendón y, por lo tanto, algunos/as investigadores/as creen que no es correcto llamarle tendinitis y que se debería emplear el término tendinopatía. No obstante, en nuestros artículos utilizaremos ambos términos.
¿Cuáles son las causas de la tendinitis de Aquiles?
La tendinopatía o tendinitis de Aquiles es una lesión por sobrecarga, y lo más habitual es que se desarrolle poco a poco y con el tiempo si no dejas que tu tendón se recupere lo suficiente entre sesiones de entrenamiento.
No obstante, también puede surgir por una sobrecarga repentina, por ejemplo si haces una sesión de entrenamiento o una carrera de mayor dificultad de la que acostumbras (sobre colinas más empinadas, más rápido o mayores distancias).
Pasar de usar calzado con tacón a usar calzado plano (ya sea para caminar o para correr) también puede ocasionar una sobrecarga del tendón de Aquiles.
¿Cómo se puede diagnosticar una tendinitis de Aquiles?
Cuando tienes tendinitis o tendinopatía de Aquiles, puedes sentir dolor bien en la zona media del tendón (tendinopatía de la porción media del tendón de Aquiles) o donde el tendón se une al hueso del talón (tendinopatía insercional de Aquiles). Es importante distinguir entre esas dos zonas, ya que el tratamiento varía ligeramente.
Normalmente, el dolor aparece de manera gradual y puede que, al principio, solo notes un poco de incomodidad en el tendón de Aquiles nada más comenzar la sesión de entrenamiento y que esta sensación vaya desapareciendo a medida que entras en calor.
Sin embargo, el dolor y la rigidez suelen volver horas después de tu sesión. Puede que sientas la zona especialmente tensa y que notes incomodidad nada más levantarte por la mañana, y hasta bajar las escaleras puede suponer un reto.
Si sigues entrenando con un tendón lesionado, el dolor puede aumentar hasta un punto en que ya no puedas entrenar y que incluso te duela al andar.
Tratamiento para una tendinitis de Aquiles.
Cuando te lesionas el tendón es porque este no tiene suficiente fuerza para lidiar con las sesiones de deporte y las actividades que quieres hacer. Algunos estudios han demostrado que el tratamiento más efectivo para la tendinitis o tendinopatía de Aquiles es una combinación de reposo relativo con un programa progresivo de entrenamiento de fuerza.
Reposo relativo:
Esto no significa que tengas que descansar el tendón completamente. De hecho, puede que lo sientas peor si no lo mueves en absoluto. «Reposo relativo» significa reducir las actividades (caminar, correr, saltar, etc.) a un nivel que no hagan que el tendón empeore.
Cuánto has de reducir las actividades dependerá del grado de tu lesión. Es posible que algunas personas puedan seguir corriendo, pero bajando la velocidad y la frecuencia, mientras que otras tendrán que cambiar correr por actividades de menor impacto, como caminar o ir en bicicleta.
Entrenamientos de fuerza
Plan de rehabilitación para el tendón de Aquiles de la aplicación de Exakt Health.
El tendón solo se puede regenerar y recuperar la fuerza inicial si sigues un programa progresivo de ejercicios de fuerza. Un plan típico de rehabilitación empieza con ejercicios de baja carga y fáciles de hacer y va progresando a otros de mayor carga y complejidad (como los ejercicios pliométricos) a medida que el tendón va ganando fuerza. El plan de tratamiento para la tendinitis o tendinopatía de Aquiles de la app de Exakt Health te guía en este proceso y te ayuda a progresar para aumentar la intensidad de los ejercicios en el momento adecuado.
Los ejercicios que haces para la tendinopatía de porción media son diferentes de los que deberías hacer para tratar la tendinopatía insercional, pero hablaremos de ello en mayor detalle en futuras publicaciones de nuestro blog.
Estiramientos de los músculos de la pantorrilla y del tendón de Aquiles
Hay una idea errónea sobre el hecho de que la tendinitis de Aquiles está causada, en parte, por la rigidez de los músculos de la pantorrilla, y tanto médicos/as como fisioterapeutas suelen indicar ejercicios de estiramiento para los músculos de la pantorrilla como parte del tratamiento. No obstante, este consejo está desfasado, y estirar los músculos de la pantorrilla y el tendón de Aquiles para la tendinitis de Aquiles puede hacer que tu dolor empeore.
Antiinflamatorios
Los antiinflamatorios (como el ibuprofeno o el naproxeno) no suelen aliviar demasiado el dolor de tendones, y algunos estudios recientes han demostrado que pueden, incluso, interferir en el proceso de curación, por lo cual es mejor no tomarlos si tienes tendinitis. Antes de cambiar cualquier medicación, te recomendamos que hables con tu médico/a.
Hielo
El hielo puede ser útil para aliviar el dolor, pero no va a hacer que tu lesión se recupere más rápido. Aplícalo de manera intermitente si lo necesitas, aunque no tienes por qué colocar hielo en tu tendón con regularidad.
Masajes
Los masajes pueden ser útiles para aliviar el dolor, pero no van a hacer que tu lesión se recupere más rápido. Si quieres que tu tendón se regenere y recupere su fuerza inicial, lo único que va a ayudar es un entrenamiento de fuerza. De hecho, un masaje con mucha fuerza en la zona lesionada del tendón puede, a menudo, hacer que el dolor empeore, así que ve con cuidado.
¿Cuánto tiempo tarda en curarse una tendinitis de Aquiles?
Los tendones pueden tardar mucho tiempo en sanar, pero puedes reducir el tiempo de recuperación tratando de encontrar el tratamiento adecuado lo antes posible. Como guía general, puedes esperar lo siguiente:
- con el tratamiento óptimo poco después de notar los primeros síntomas, la rehabilitación puede tardar entre 12 y 16 semanas;
- y si llevas varios meses sufriendo dolor, probablemente te lleve entre 6 y 12 meses recuperarte del todo.
¿Cómo se puede prevenir la tendinitis de Aquiles?
Como mencionamos antes, la tendinopatía o tendinitis de Aquiles es una lesión por sobrecarga, por lo que no es ninguna sorpresa que los 3 consejos principales para prevenirla estén relacionados con errores en los entrenamientos.
- Evita aumentar de modo repentino el volumen o la intensidad de las carreras. Las guías actuales recomiendan incrementarla solo un 10 % cada semana.
- Has de tomarte un tiempo de recuperación (de al menos 48 horas) entre sesiones de entrenamiento intensas.
- Varía la intensidad de los entrenamientos y no sobrepases el límite en cada sesión.
- Haz entrenamientos regulares de fuerza para tus pantorrillas, torso y piernas en general. Esto reducirá la carga de tu tendón de Aquiles.
- Cuando cambies de un calzado con tacón alto a uno más plano y minimalista, hazlo de manera lenta para que tu tendón de Aquiles y tus pantorrillas se adapten.